Fallos a evitar cuando jugamos al pádel
Hay una serie de errores básicos que se suelen cometer sin ser del todo conscientes de ellos, estos se acuñan desde que empezamos con la práctica del padel y después forman parte de nuestra rutina de juego.
Estos son algunos de los más comunes:
A la hora de realizar una volea, poner la pala a la altura del mango de esta misma. Lo ideal sería que la cara de la pala estuviera por encima del mango, si no, el efecto cortado no se realizará correctamente.
Cuando vamos a golpear la bola, preparar la pala demasiado atrás y girar demasiado el tronco. Esto retardaría nuestro ataque y la bola iría demasiado tarde haciendo que esta se dirigiera, seguramente, a las vallas laterales de la pista.
No mover los pies. Este es uno de los fallos más frecuentes, pues vemos a muchos jugadores que no mueven los pies, viéndose obligados a golpear la bola de frente y sin poder darle la recepción adecuada que el movimiento del cuerpo facilita.
Hacer un remate con los pies de frente. De nuevo, hay que tener cuidado con dejar la posición de los pies de manera fija, pues lo ejemplar para este golpe sería desplazarse hacia atrás al buscar impactar la bola.
No encontrar el punto de equilibrio adecuado. Cuando golpeamos la bola tanto en derecha como en revés, no podemos situarnos demasiado adelante o atrás, sino que debemos encontrar el punto adecuado en el que impactar la bola.
Entre otros muchos errores habituales, estos se enfocan en el saque. Es muy frecuente lanzar mal la bola en vez de dejarla caer, tener un punto de impacto excesivamente bajo y/o tomar una postura demasiado rígida o recta.
Estos son sólo algunos de los muchos fallos que podemos encontrar en la técnica, pero lo más importante es entender que en el padel, como en cualquier deporte, nunca se deja de aprender, y que incluso a aquello que creemos inmejorable se le puede sacar partido.