Cómo comunicarse en la pista de pádel, con el monitor adidas Fermín Batata
El pádel es un deporte de pareja y, como tal, el entendimiento con nuestro compañero o compañera es una de las claves para ser competitivo. Una buena comunicación es, por tanto, imprescindible. Dar los mensajes necesarios en el momento adecuado puede marcar la diferencia. Y es habitual, sobre todo en los inicios, no darle la importancia que realmente tiene.
El monitor adidas Fermín Batata nos ayuda a mejorar este aspecto del juego. Para ello, dividiremos la comunicación en las tres fases evidentes del mismo: antes, durante y después del punto.
Antes del servicio
En esta fase, la comunicación nos sirve para darle a nuestro compañero una información que el rival no conocerá en el desarrollo del punto. Los mensajes antes de realizar el servicio “nos darán muchas ventajas”, cuenta nuestro monitor. Podemos advertir a nuestra pareja del tipo de golpe que buscaremos, cómo vamos a atacar o qué trataremos de anticipar de nuestros rivales.
También podemos incluir en este apartado la comunicación previa al partido. Antes de empezar a jugar es importante hablar con nuestro compañero del desempeño común en la pista. Sobre todo en casos en los que jugamos con alguien por primera vez, es clave detallar nuestro estilo, cómo nos vamos a mover o cuáles son nuestras fortalezas individuales, entre otras cosas. De este modo, saltaremos a la pista con mucha mayor capacidad de compenetrarnos.
Durante el punto
Como antes de sacar, durante el punto hay mucha información que podemos proporcionar a nuestro compañero y viceversa. Sin embargo, hay que tener en cuenta las condiciones en las que nos encontramos. La velocidad de la acción nos obliga a ser breves, rápidos y claros. Reunir estas tres cualidades es muchas veces más complejo de lo que parece.
La comunicación durante el punto puede ser útil en dos tipos de situaciones distintas: para tomar una decisión conjunta y para proporcionar información que nuestro compañero no puede ver. Vamos por partes.
Subir a la red, volver para atrás, cerrar el centro de la pista o intercambiar posiciones son situaciones recurrentes en la pista. Tomar estas decisiones sin comunicárselo a nuestro compañero suele ser sinónimo de fracaso. En estos casos suele ser un miembro de la pareja el que toma la iniciativa y debe avisar al compañero. Es tan importante decirlo, como que la pareja actúe rápido en consecuencia.
El otro caso con la bola en juego en el que hablar ayuda es cuando uno de los jugadores se está perdiendo información por su situación en la pista. El caso más claro es cuando se encuentra de espaldas para realizar una salida de pared. Pero también podemos perder referencias en otras situaciones, como cuando rematamos una bola que viene llovida.
En estos casos la información más útil a dar es la posición de los rivales en la pista. Principalmente, si se han mantenido al fondo, han subido a la red o solo uno de ellos ha avanzado su posición. Esta comunicación es clave en tres aspectos, como nos cuenta el monitor Batata:
“Primero, el compañero podrá enfocarse exclusivamente en golpear bien la bola, segundo, podrá decidir más fácil el golpe a realizar, ya que, al indicarle la posición rival, lo estoy orientando a que juegue la pelota hacia un lado u otro de la pista y, tercero, al escucharme, reconocerá mi posición en la pista, lo que también le dará información de cara a la posible respuesta de los rivales”.
Después del punto
Cuando termina el punto es momento de hacer un “análisis” rápido de la situación, apunta Fermín. “Si la estrategia salió bien, claramente la mantenemos”, sentencia el monitor. Si hay algo que nos está funcionando, ¿para qué cambiarlo? Por el contrario, si algo no está saliendo como queremos, hay que ver rápidamente si es por una mala “ejecución” o porque la táctica elegida no incomoda a nuestros rivales. Si no nos está saliendo lo que queremos o no estamos siendo efectivos, hay que considerar un cambio de juego.
Analizados los distintos tipos de comunicación, hay otro factor a tener en cuenta. El perfil que nos acompaña en la pista. La comunicación puede ser productiva, pero también puede volverse en nuestra contra. Es importante evitar “agobiar a nuestro compañero”, defiende Fermín Batata. Para ello es importante ver si es un jugador que le gusta que le presionen, que necesita que lo animen o que incluso necesita silencio en momentos concretos. Todo ello con los matices que corresponden a cada persona.
En esta misma línea, el nivel también es determinante. Cuando mejor juega y más ha jugado uno, más información es capaz de entender, procesar y retener en la pista. Es importante saber qué conocimientos tiene nuestro compañero para adaptar los mensajes que intercambiaremos durante el partido.
A modo de conclusión debemos tener claro, dice nuestro monitor Fermín Batata, que el objetivo de la comunicación es “sacar la mejor versión de nuestro compañero”. Para ello es tan necesario saber cómo hacerlo como adaptarse a sus necesidades en la pista.