Las partes de una pala de pádel
Es importante conocer cómo es una pala de pádel y sus distintas partes para entender su comportamiento y saber cómo manejarla. En este artículo explicaremos los distintos elementos que componen la pala de pádel y qué funcionalidades tiene cada uno.
A primera vista es fácil distinguir las 3 zonas principales que tiene una pala de pádel. La empuñadura, por donde se agarra la pala, la cabeza, que es gran parte de la pala e incluye la superficie de golpeo, y el corazón o cuello, que hace de nexo entre ambas partes.
La empuñadura
La empuñadura es el mango de la pala. Es la parte por la que agarramos la herramienta de juego. Todas las empuñaduras de las palas de pádel están cubiertas por un grip que viene de fábrica y sirve para acolchar y mejorar el agarre. Es habitual y recomendable utilizar un overgrip, es decir, una segunda capa de cinta que se coloca sobre el grip y refuerza sus prestaciones. Los overgrips no vienen de puestos de serie, pero pueden colocarse fácilmente e irlos renovando con el paso del tiempo.
El otro elemento que encontramos en la empuñadura es el cordón, que sale siempre de la tapa inferior de la empuñadura. Sirve para pasarlo por la muñeca y evitar que la pala salga despedida en caso de que se escurra de la mano.
El corazón o cuello
El corazón de la pala de pádel, también conocido como cuello, es una zona fundamental. Es la parte de la pala que hace de nexo entre la empuñadura y la cabeza. Cuenta con los puentes, cuyas características son determinantes para el desempeño de la pala. Los puentes son los puntos de unión físicos entre el agarre y el área de golpeo. Hay que tener en cuenta que son una de las zonas frágiles y pueden ser de los primeros en deteriorarse con el paso del tiempo. Por ello, son útiles los refuerzos con los que cuentan algunas palas en esta parte.
Por otro lado, el cuello es uno de los elementos que influye más directamente en la rigidez de la herramienta de juego. La composición de los puentes y los refuerzos con los que puedan contar son claves en este aspecto y, por tanto, determinantes de cara a que la pala tienda más a la potencia o el control.
La cabeza
La cabeza es el área más grande y la encargada del golpeo de la bola en una pala de pádel. Puede tener formas distintas para favorecer diferentes tipos de juego. Los materiales también influyen directamente en su comportamiento: cuanto más rígido, más tendencia a la potencia y cuanto más flexible, más controlable.
Comenzando por la parte exterior, nos encontramos con el marco. Incluye todo el contorno de la cabeza y es una zona estructural de la pala. Por ello, suele estar reforzado, para mejorar la resistencia de la pala y su estabilidad. Viene a ser un exoesqueleto, que aporta entereza y protección.
Los planos son las dos caras de la pala. Componen la superficie de golpeo y en ellos encontramos los agujeros característicos. Pero, ¿por qué las palas de pádel tienen agujeros? El primer y principal argumento es porque lo especifica la normativa. La Federación Internacional de Pádel indica en su reglamento que las palas deben tener un número indeterminado de agujeros. En cuanto a utilidad, los agujeros reducen el peso. Años atrás se pensaba también que favorecían la aerodinámica en el golpeo, pero los últimos estudios no comparten esa teoría. Los orificios tienen también un papel para generar efectos por el hecho de romper el plano de la superficie.
El punto dulce
Si llevas un tiempo ya jugando a pádel habrás escuchado hablar sobre el punto dulce. Todas las superficies de las palas de pádel tienen una zona en la que el golpeo alcanza los máximos registros de potencia, control y/o salida de bola. A esa área concreta se la conoce como punto dulce. Los pesos, los materiales y el resto de elementos que componen la pala son los que influyen en la posición y el tamaño de este punto dulce. Es, para entendernos, el punto ideal de la pala con el que golpear la bola.