El sueño de un Mundial hecho realidad

Todavía me acuerdo de la primera vez que pensé en jugar un mundial de pádel.

Fue casi desde el principio, hace un par de años cuando por casualidad volvió una raqueta a mis manos, sólo que ahora más pequeña, de un material extraño y con pequeños hoyos en la superficie.

No tenía idea de cómo usar las paredes y mucho menos sabía qué era una bandeja.

Sin embargo, después de casi 8 años de carrera como tenista de alta competencia, esto del saque y volea parecía familiar, y más que familiar, fascinante! Quedé enganchada al juego y casi de inmediato, después de mi primer torneo, soñé con ir a un mundial.

Hoy, habiendo caído en que el pádel es mi verdadera pasión y después de dos años compitiendo para lograr la primera posición del ranking de la Federación Mexicana de Padel, aquí me encuentro; en Cascais, Portugal, como seleccionada del equipo mexicano para jugar el tan anhelado y soñado mundial.

Portar la camiseta y el uniforme de tu país no tiene precio.

Es una sensación de orgullo, nervios, emoción y ansiedad por entrar a la pista y dar todo.  Desde el primer día, el domingo previo al inicio del torneo, veo a todas las selecciones reunidas, uniformadas, conviviendo. De nuevo siento nervios acompañados de una emoción inexplicable.

Comienzo a empaparme del profesionalismo de todos. Comienzo a caer en cuenta de donde estoy.

Nuestro primer cruce de la modalidad por equipos fue nada más y nada menos que contra España, una selección formada por las 8 mejores jugadoras del mundo.

Las profesionales, esas que veía por YouTube para ir entendiendo mejor el juego.

Nada más increíble que tener la oportunidad de jugar contra ellas tan temprano en mi carrera, un verdadero honor.

Nunca imaginé convivir así con las pros. Se portaron de maravilla al mismo tiempo que demostraron una completa integridad para competir y una increíble unidad en el equipo.

Chicas sencillas, orgullosas de representar a su país y encantadas de compartir algunos consejos de pista para jugadoras como nosotras, apenas en vísperas de llegar al pádel profesional.

La sensación de haber jugado contra España es agridulce. Nos vencieron 3 a 0, y aunque sé que se trata de jugadoras profesionales que nos llevan aún mucha ventaja, en mi mente siempre hay una voz que me recuerda que todo es posible.

Al terminar el cruce, le di un apretón de manos a Iciar Montes y le pedí a Eli Amatriain que intercambiáramos uniformes.

Increíble experiencia.

Confieso que me hubiera encantado poder encontrarme en pista a la Supernova Woman Martita Ortega, quién para mi es todo un ejemplo, no sólo a nivel de la marca que compartimos sino de jugadora referencia en la que me fijo para seguir aprendiendo y mejorando.

Sólo espero que pronto podamos coincidir en un encuentro que para mí sería muy especial.

El ambiente de un mundial es indescriptible. Algo que nunca imaginé.

Es una competencia apasionante que me dejó sin voz al tercer día. Nunca había gritado con tanta emoción y euforia para animar a mi equipo.

Lo mismo con todos los países. Una porra increíble por todos lados acompañada de banderas, sombreros, cornetas y cualquier cosa que produjera ruido para animar a los equipos.

Además del ambiente y las porras, un pádel de primer nivel.

El comentario común que escuché durante toda la semana fue el siguiente:

“Este es el mundial con mayor nivel. La competencia es más dura que nunca. Hay más países y todos son de gran nivel de competencia. El pádel ha crecido mucho.”

Uno de los mejores momentos fue la final de la modalidad por equipos de la rama masculina.

Ver jugar a fenómenos como Bela, Juan Martin, Lamperti, Paquito Navarro y Mieres, le da un significado nuevo al pádel en mi cabeza.

No imaginaba que eran posibles ese tipo de puntos largos, llenos de emoción y potencia.

Increíble lo que hacen dentro de la pista estos señores.

Me encanta que este haya sido mi primer mundial, con una excelente organización, un ambiente apasionado y el mejor pádel del mundo. Sin duda una experiencia inolvidable.

Ya tengo los ojos puestos en Paraguay 2018!  

Ana Moreno Seleccionada del Equipo Mexicano Jugadora adidas padel