La relación entrenador-jugador: convencer mejor que obligar
¿Qué implica la relación entrenador-jugador en el pádel?
Os voy a hablar de cuál es mi punto de vista y cuál es la implicación y los resultados que obtendremos si sabemos aprovechar esta relación.
Desde hace algún tiempo cierro mis publicaciones en redes sociales con el hashstag #laautoexigenciamultiplicaelrendimiento.
Creo que es la frase que más se ajusta a mi manera de entender el deporte y la vida, y es lo que intento aplicar y transmitir a mis jugadores en los entrenamientos y en competición.
En alguna ocasión alguien se acercó para transmitirme la sensación de que yo había bajado el nivel de implicación en los entrenamientos con determinado jugador. Mi respuesta, aun sabiendo que no era cierto no se limitó a un "eso no es así". Yo ante este parecer siempre respondo
Agradezco que me digas esto, porque eso es que estamos en el camino correcto.
De hecho nunca fue un jugador quien me dijo esto. Es lógico que hasta que la relación jugador-entrenador se asienta a la perfección lleva algún tiempo, incluso puede que a veces no se llegue a conseguir por falta de paciencia, por tener distintos objetivos o por cualquier otro motivo.
Pero si esto se logra y una vez que todo está ensamblado es el escenario donde se saca el mayor rendimiento al trabajo.
Aprende de los conocimientos de tu entrenador
En el inicio de cualquier relación entrenador-jugador debemos ser muy claros y repetitivos en lo que queremos y en cómo lo queremos, pero una vez creada esa simbiosis el entrenador debe ir perdiendo protagonismo y dejar que el jugador analice, se exija y autoconvenza de que el trabajo y el esfuerzo son obligatorios para intentar alcanzar cualquier objetivo.
No necesitar el impulso continuo de padres, entrenadores, profesores... es necesario para crecer y desarrollarse como jugadores y como personas.
Yo lo llamo "el cuando nadie me ve". Hacer las cosas porque se han generado unos hábitos que impulsan a rendir. Obedeciendo a estímulos propios que se han trasformado en conductas, y sobre estos hábitos aumentar la exigencia.
Ese es un jugador adulto, comprometido, convencido... un jugador total.
En cada entrenamiento o partido el entrenador con sus conocimientos y experiencia debe lanzar ideas, consejos, y correcciones que el jugador tiene que trasformar en sensaciones sobre las que trabajar para que con la práctica se conviertan en habilidades y obtener una mejora continua.
Desde mi punto de vista como entrenador, es así y no de otro modo como conseguiremos evolucionar.